BOTÁNICA SISTEMÁTICA
FUNDAMENTOS PARA SU ESTUDIO
Principio V. Los nombres científicos de las plantas son
latinos o tratados como latinos.
Los nombres científicos de muchas plantas descritas por
primera vez por los taxónomos pioneros, no eran más que formas latinizadas de
los nombres vulgares o comunes aceptados en la época. Así, por ejemplo la
planta anual de tallo largo y aroma dulce originaria de Sudamérica y utilizada
por los nativos como escoba se conocía con el nombre común de “nnuncu pichano”
que literalmente significa “escoba dulce”. Los españoles la llevaron a España
con la denominación “escoba dulce” y posteriormente Linneo la latinizó a
Scoparia dulcis L., que es la denominación científica con la cual se le conoce
actualmente a esta especie de la familia Scrophulariaceae.
Si bien el propósito inicial de ponerle nombres a las
plantas era facilitar la comunicación y no la descripción, la mayoría de sus
nombres expresan alguna información sobre la planta que designan.
Dichos nombres están constituidos de 2 palabras ambas
escritas en latín o latinizadas.
Primera, el nombre genérico que es un sustantivo. Si bien
los nombres genéricos pueden proceder de cualquier origen, muchos de ellos
reflejan un carácter botánico propio de algunas o todas las plantas
pertenecientes a un género en particular: Trifolium (trifoliado), Cefalanthus
(con flores en la cabeza) o Spiranthes (con flores en espiral). Otros nombres
genéricos honran a botánicos ilustres: Dioscorea (Dioscórides); Lobelia (L.
Obel); Badilloa (V.M. Badillo) Arnaldoa (Arnaldo López Miranda), o bien el
género puede haberse nombrado en honor de una persona de algún modo asociada al
descubrimiento o introducción de un determinado grupo de plantas: Sarracenia
(Dr. Sarracín); Nicotiana (Jean Nicot). En algunos casos el nombre puede ser de
origen desconocido, como Solanum, o incluso puede ser la forma latinizada de un
nombre común procedente de otro idioma: Tsuga (japonés), Gynkgo (nombre chino).
En virtud de las reglas que rigen la
nomenclatura, a veces el nombre genérico, por ejemplo Rosa, Poa, Aster,
Brassica, etc.; indican a la familia a la cual pertenecen: Rosaceae, Poaceae,
Asteraceae y Brassicaceae, etc.
Segunda, el epíteto específico, que es un adjetivo que
califica al nombre genérico, designa a una categoría especial de planta dentro
del género; por ejemplo, hay especies o categorías particulares de Trifolium
llamadas: Trifolium repens, Trifolium amabile, Trifolium virginicum. Tales
nombres muestran también la utilización del epíteto específico para denotar
alguna información morfológica, geográfica o histórica relacionada con las
plantas de una especie dada. Las plantas de la especie Trifolium repens,
efectivamente son rastreras tal como la denominación lo sugiere.
Al igual que el caso de los nombres genéricos, los epítetos
específicos pueden también honrar la memoria de una persona ilustre: Asarum
lewisii, Pinus coulteri, Calea trujilloi, Cestrum darcyanum, Pentacalia
badilloi; o bien referirse a una localidad geográfica: Bejaria tachirensis,
Solanum antillarum.
Fuente: BOTÁNICA SISTEMÁTICA
FUNDAMENTOS PARA SU ESTUDIO
Carmen Benítez de Rojas (Coordinadora)
Alfonso Cardozo L.
Luis Hernández Ch.
Marlene Lapp
Héctor Rodríguez
Thirza Ruiz Z.
Pedro Torrecilla